Lamentaciones 5:14
Los ancianos cesaron de la puerta, los jóvenes de sus canciones.
Jeremías 7:34
Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada; porque la tierra será desolada.
Deuteronomio 16:18
Jueces y alcaldes te pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.
Job 29:7-17
Cuando yo salía a la puerta a juicio, cuando en la plaza preparaba mi asiento;
Job 30:1
Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo; a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.
Job 30:31
Y se ha vuelto mi arpa en luto, y mi flauta en voz de lamentadores.
Isaías 3:2-3
al valiente y al hombre de guerra, al juez y al profeta, al prudente y al anciano;
Isaías 24:7-11
Se enlutó el vino, languideció la vid, gimieron todos los que eran alegres de corazón.
Jeremías 16:9
Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de desposado y toda voz de desposada.
Jeremías 25:10
Y haré que perezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, el ruido de piedras de molino y la luz de la lámpara.
Lamentaciones 1:4
Las calzadas de Sión tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura.
Lamentaciones 1:19
Llamé a mis amantes, pero ellos me han engañado; Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron, cuando buscaban comida para sí con que entretener su vida.
Lamentaciones 2:10
Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sión; Echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio; las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.
Ezequiel 26:13
Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el sonido de tus arpas.
Apocalipsis 18:22
Y voz de arpistas, y de músicos, y de flautistas, y de trompetistas, no se oirá más en ti; y ningún artífice de cualquier oficio, no se hallará más en ti; y el ruido de la piedra de molino no se oirá más en ti.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido