Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;

Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.

Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.

En verdad juró Jehová a David, no se retractará de ello: Del fruto de tus lomos pondré sobre tu trono.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado será sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Y en misericordia será establecido el trono; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia.

Y escribe al ángel de la iglesia en FILADELFIA: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre, dice estas cosas:

desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel. Y a ti te he dado descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber, que Él te hará casa.

Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será estable eternamente.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales levantaré a David un Renuevo justo, y un Rey reinará y prosperará, y hará juicio y justicia en la tierra.

Y Jesús vino y les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para preparar sus caminos;

Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que del fruto de sus lomos, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;

En aquellos días y en aquel tiempo haré producir a David Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.

Así dice Jehová el Señor: Y yo tomaré el más alto de los renuevos de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre un monte alto y sublime.

Y levantaré sobre ellas a un pastor, y Él las apacentará; a mi siervo David; Él las apacentará, y Él será su pastor.

Y mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un pastor. Andarán en mis decretos y guardarán mis estatutos y los pondrán por obra.

En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos, y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado;

El libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, es más poderoso que yo; cuyo calzado no soy digno de llevar; Él os bautizará con el Espíritu Santo, y con fuego.

La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí, uno mayor que Salomón en este lugar.

Mas Él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?

Porque será grande delante del Señor; y no beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.

Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene quien es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado: Él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.

El Padre ama al Hijo y todas las cosas ha dado en su mano.

Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida; así también el Hijo a los que quiere da vida.

Y nosotros creemos, y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

La multitud le respondió: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre: ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?

Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano; como el profeta dice:

Ésta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales nos enseñan el camino de salvación.

y que fue declarado ser el Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,

Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;

en estos postreros días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo;

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