Lucas 10:34

y llegándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó a un mesón, y lo curó.

Génesis 42:27

Y abriendo uno su saco para dar de comer a su asno, en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.

Éxodo 4:24

Y aconteció en el camino, que en una posada lo encontró el SEÑOR, y quiso matarlo.

Éxodo 23:4-5

Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.

Salmos 147:3

El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas.

Proverbios 24:17-18

Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;

Proverbios 25:21-22

Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua;

Isaías 1:5-6

¿Para qué os castigaré aún? Todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

Mateo 5:43-45

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

Marcos 14:8

Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.

Lucas 2:7

Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Romanos 12:20

Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.

1 Tesalonicenses 5:15

Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)