Lucas 11:1

Y aconteció que estaba Él orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Lucas 9:18

Y aconteció que estando Él aparte orando, estaban con Él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?

Salmos 10:17

El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;

Salmos 19:14

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, Roca mía, y Redentor mío.

Lucas 6:12

Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Lucas 9:28

Y aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.

Lucas 22:39-45

Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.

Romanos 8:26-27

Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Hebreos 5:7

El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.

Santiago 4:2-3

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar, combatís y guerreáis, y no tenéis porque no pedís.

Judas 1:20

Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)