Lucas 17:16

y se postró sobre su rostro a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.

Mateo 10:5

A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos,

Génesis 17:3

Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:

Mateo 2:11

Y entrando en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.

Marcos 5:33

Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de Él, y le dijo toda la verdad.

Lucas 5:8

Al ver esto Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Lucas 9:52-56

Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de samaritanos, para preparar para Él.

Lucas 10:32-35

Y asimismo un levita, cuando llegó cerca de aquel lugar y lo vio, pasó por el otro lado.

Juan 4:9

Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.

Juan 4:21-22

Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Juan 4:39-42

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.

Juan 5:23

para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

Juan 8:48

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

Hechos 1:8

pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos, a la vez, en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Hechos 8:5-25

Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo.

Hechos 10:25-26

Y cuando Pedro entraba, Cornelio salió a recibirle; y postrándose a sus pies, le adoró.

Apocalipsis 4:10

los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:

Apocalipsis 5:14

Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al que vive por siempre jamás.

Apocalipsis 19:4-5

Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra, y adoraron a Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya.

Apocalipsis 19:10

Y yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)