Lucas 18:39

Y los que iban delante, le reñían que callase; mas él clamaba mucho más: Hijo de David, ten misericordia de mí.

Y traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos les reñían.

Y dijo: Déjame, que el alba sube. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Salmo de David. SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.

Entonces me invocaréis, y andaréis en mis caminos y oraréis a mí, y yo os oiré;

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y se os abrirá.

Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora?

Estando aún él hablando, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija está muerta, no des trabajo al Maestro.

Os digo, que aunque no se levante a darle por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que necesite.

¡Ay de vosotros, doctores de la ley! Que os tomasteis la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban impedisteis.

Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,

Entonces dio voces, diciendo: Jesus, Hijo de David, ten misericordia de mí.

Entonces algunos de los fariseos de la multitud, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.

Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido