Marcos 10:33
Mateo 27:2
Y después de atarle, le llevaron y le entregaron a Pilato, el gobernador.
Mateo 16:21
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mateo 26:66
¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!
Marcos 8:31
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar.
Mateo 17:22-23
Mientras andaban juntos por Galilea, Jesús les dijo:
Mateo 20:17-19
Cuando Jesús iba subiendo a Jerusalén, tomó aparte a los doce {discípulos,} y por el camino les dijo:
Marcos 9:31
Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía:
Marcos 14:64
Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron, {diciendo} que era reo de muerte.
Marcos 15:1
Muy de mañana, los principales sacerdotes prepararon enseguida una reunión con los ancianos, los escribas y todo el concilio; y atando a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato.
Lucas 9:22
diciendo:
Lucas 18:31-33
Tomando aparte a los doce, {Jesús} les dijo:
Lucas 23:1-2
Entonces toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato.
Lucas 23:21
pero ellos continuaban gritando, diciendo: ¡Crucifíca{le!} ¡Crucifícale!
Lucas 24:6-7
No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea,
Juan 18:28
Entonces llevaron* a Jesús {de casa} de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana. Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
Juan 19:11
Jesús respondió:
Hechos 3:13-14
El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, {al que} vosotros entregasteis y repudiasteis en presencia de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad.
Hechos 13:27
Pues los que habitan en Jerusalén y sus gobernantes, sin reconocerle a El ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, cumplieron {estas escrituras,} condenándo{le.}
Hechos 20:22
Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me sucederá,
Santiago 5:6
Habéis condenado {y} dado muerte al justo; él no os hace resistencia.
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