Marcos 3:27

Nadie puede saquear las alhajas del hombre fuerte entrando en su casa, si antes no atare al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa.

Isaías 53:12

Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y a los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su alma hasta la muerte, y fue contado con los rebeldes, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Mateo 12:29

Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa?

Génesis 3:15

y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar.

Isaías 27:1

En aquel día el SEÑOR visitará con su espada dura, grande y fuerte, sobre el leviatán, serpiente huidora, y sobre el leviatán serpiente retuerta; y matará al dragón que está en el mar.

Isaías 49:24-26

¿Quitarán la presa al valiente? o ¿la cautividad justa será dada por libre?

Isaías 61:1

El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Lucas 10:17-20

Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

Lucas 11:21-23

Cuando el fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.

Juan 12:31

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

Romanos 16:20

Y el Dios de paz quebrante presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia del Señor nuestro Jesús, el Cristo, sea con vosotros.

Efesios 6:10-13

Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.

Colosenses 2:15

y despojando los principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público, confiadamente triunfando de ellos en él.

Hebreos 2:14

Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,

1 Juan 3:8

El que hace pecado, es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para que deshaga las obras del diablo.

1 Juan 4:4

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.

Apocalipsis 12:7-9

Y fue hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles.

Apocalipsis 20:1-3

Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una gran cadena en su mano.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)