Mateo 10:14
Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Hechos 13:51
Entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron a Iconio.
Nehemías 5:13
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su hacienda a todo varón que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! Y alabaron al SEÑOR. Y el pueblo hizo conforme a esto.
Hechos 18:6
Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo, sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Mateo 10:40-41
El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Mateo 18:5
Y cualquiera que recibiere a un tal niño en mi nombre, a mí me recibe.
Marcos 6:11
Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio a ellos. De cierto os digo que será más tolerable será para los de Sodoma y Gomorra en el día del juicio, que para aquella ciudad.
Marcos 9:37
El que recibiere en mi nombre uno de los tales niños, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí, sino al que me envió.
Lucas 9:5
Y todos los que no os recibieren, saliéndoos de aquella ciudad, aun el polvo sacudid de vuestros pies en testimonio contra ellos.
Lucas 9:48
Y les dice: Cualquiera que recibiere este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibiere a mí, recibe al que me envió; porque el que fuere el menor entre todos vosotros, éste será grande.
Lucas 10:10-11
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
Juan 13:20
De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, a mí recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.
Hechos 20:26-27
Por tanto, yo os protesto el día de hoy, que yo soy limpio de la sangre de todos;
1 Tesalonicenses 4:8
Así que, el que nos menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido