Mateo 15:25

Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: ¡Señor, socórreme!

Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Entonces {el hombre} dijo: Suéltame porque raya el alba. Pero {Jacob} respondió: No te soltaré si no me bendices.

Sí, luchó con el ángel y prevaleció, lloró y le pidió su ayuda; en Betel le encontró, y allí El habló con nosotros,

Entonces los que estaban en la barca le adoraron, diciendo: En verdad eres Hijo de Dios.

Y la gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban más aún, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúda{me en} mi incredulidad.

Os digo que aunque no se levante a darle {algo} por ser su amigo, no obstante, por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Y les refería {Jesús} una parábola para enseñar{les} que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer,

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