Mateo 15:25
Entonces ella vino y le adoró, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Mateo 8:2
Y he aquí vino un leproso y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Génesis 32:26
Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.
Oseas 12:4
Sí, luchó con el Ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Betel le encontró, y allí habló con nosotros.
Mateo 14:33
Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
Mateo 20:31
Y la multitud les reprendía para que callasen; pero ellos más clamaban, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Marcos 9:22
Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua para matarle; pero si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros, y ayúdanos.
Marcos 9:24
Y al instante el padre del muchacho, clamando con lágrimas, dijo: Señor, creo, ayuda mi incredulidad.
Lucas 11:8-10
Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, no obstante, por su importunidad, se levantará y le dará todo lo que necesite.
Lucas 18:1-8
Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido