Mateo 23:8

Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

Santiago 3:1

Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

Mateo 23:10

Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

Mateo 26:49

Y luego que llegó a Jesús, dijo: Hallas gozo, Maestro. Y le besó.

Lucas 22:32

mas yo he rogado por ti que tu fe no falte; y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos.

Mateo 10:25

Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?

Mateo 17:5

Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento; a El oíd.

Juan 13:13-14

Vosotros me llamáis, Maestro y Señor; y decís bien; porque lo soy.

Romanos 14:9-10

Porque el Cristo para esto murió, y resucitó, (y volvió a vivir,) para enseñorearse así de los muertos como de los que viven.

1 Corintios 1:12-13

quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.

1 Corintios 3:3-5

porque todavía sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

2 Corintios 1:24

No que nos enseñoreemos de vuestra fe, aunque somos ayudadores de vuestro gozo; porque por la fe estáis en pie.

2 Corintios 4:5

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor; y nosotros, vuestros siervos por Jesús.

Efesios 3:15

(del cual es nombrada toda la familia en los cielos y en la tierra),

Colosenses 1:1-2

Pablo, apóstol de Jesús, el Cristo, por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,

1 Pedro 5:3

y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino de tal manera que seáis ejemplos de la manada.

Apocalipsis 1:9

Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el Reino, y en la paciencia de Jesús, el Cristo; estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús, el Cristo.

Apocalipsis 19:10

Y yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas; yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús; adora a Dios, porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.

Apocalipsis 22:9

Y él me dijo: Mira que no lo hagas, porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de la profecía de este libro. Adora a Dios.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)