Mateo 23:9

Y no llaméis vuestro padre a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en el cielo.

Malaquías 1:6

El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo Padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

Mateo 7:11

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?

1 Corintios 4:15

Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tenéis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

2 Reyes 2:12

Y viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio, y trabando de sus vestiduras, las rompió en dos partes.

2 Reyes 6:21

Y cuando los vio el rey de Israel, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío?

2 Reyes 13:14

Y Eliseo estaba enfermo de aquella su enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!

Job 32:21-22

No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre alguno de títulos lisonjeros.

Mateo 6:8-9

No seáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Mateo 6:32

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; mas vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

Hechos 22:1

Varones hermanos y padres, oíd mi defensa que hago ahora ante vosotros.

Romanos 8:14-17

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.

2 Corintios 6:18

y seré Padre a vosotros, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

1 Timoteo 5:1-2

No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;

Hebreos 12:9

Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

1 Juan 3:1

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)