Mateo 26:41

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Mateo 6:13

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amén.

1 Corintios 9:27

sino que sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado.

Marcos 14:38

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

1 Pedro 4:7

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Salmos 119:1

ALEF. Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley de Jehová.

Salmos 119:24-25

Pues tus testimonios son mi delicia, y mis consejeros.

Salmos 119:32

Por el camino de tus mandamientos correré, cuando tú ensanches mi corazón.

Salmos 119:35-37

Guíame por la senda de tus mandamientos; porque en ella tengo mi voluntad.

Salmos 119:115

Apartaos de mí, malignos; pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

Salmos 119:117

Sostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos.

Proverbios 4:14-15

No entres en la senda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos.

Isaías 26:8-9

También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.

Mateo 24:42

Velad, pues, porque no sabéis a que hora ha de venir vuestro Señor.

Mateo 25:13

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Mateo 26:38

Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

Marcos 13:33-37

Mirad, velad y orad, porque no sabéis cuándo es el tiempo.

Lucas 8:13

Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; que por un tiempo creen, pero en el tiempo de la prueba se apartan.

Lucas 11:4

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

Lucas 21:36

Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Lucas 22:40

Y cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.

Lucas 22:46

y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad que no entréis en tentación.

Romanos 7:18-25

Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; pues el querer está en mí, pero el hacer el bien no.

Romanos 8:3

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

1 Corintios 10:13

No os ha tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir.

1 Corintios 16:13

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, esforzaos.

Gálatas 5:16-17

Digo, pues: Andad en el Espíritu; y no satisfagáis la concupiscencia de la carne.

Gálatas 5:24

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.

Efesios 6:18

orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Filipenses 3:12-14

No que lo haya ya alcanzado, ni que ya sea perfecto, mas prosigo para ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.

1 Pedro 5:8

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

2 Pedro 2:9

Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;

Apocalipsis 3:10

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el mundo, para probar a los que moran sobre la tierra.

Apocalipsis 16:15

He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

Salmos 119:4-5

Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos.

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Reina Valera Gómez (© 2010)