Mateo 8:8

Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano.

Salmos 107:20

El envió su palabra y los sanó {y los} libró de la muerte.

Génesis 32:10

indigno soy de toda misericordia y de toda la fidelidad que has mostrado a tu siervo; pues con {sólo} mi cayado crucé este Jordán, y ahora he llegado a tener dos campamentos.

Números 20:8

Toma la vara y reúne a la congregación, tú y tu hermano Aarón, y hablad a la peña a la vista de ellos, para que {la peña} dé su agua. Así sacarás para ellos agua de la peña, y beban la congregación y sus animales.

Salmos 10:17

Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón {e} inclinarás tu oído

Salmos 33:9

Porque El habló, y fue hecho; El mandó, y {todo} se confirmó.

Mateo 3:11

Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

Mateo 3:14

Pero Juan trató de impedírselo, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Mateo 8:3

Y extendiendo {Jesús} la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra.

Mateo 15:26-27

Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echár{selo} a los perrillos.

Marcos 1:25-27

Jesús lo reprendió, diciendo: ¿Cállate, y sal de él!

Lucas 5:8

Al ver {esto,} Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!

Lucas 7:6-7

Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo;

Lucas 15:19

ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores.'"

Lucas 15:21

Y el hijo le dijo: ``Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo."

Juan 1:27

{El es} el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.

Juan 13:6-8

Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido