Números 11:10

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SEÑOR se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

Números 11:1

Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos del SEÑOR; y lo oyó el SEÑOR, y se enardeció su furor, y se encendió en ellos fuego del SEÑOR y consumió en el extremo del campamento.

Números 12:3

Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

Números 14:1-2

Entonces toda la congregación alzaron grito, y dieron voces; y el pueblo lloró aquella noche.

Números 16:27

Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán, y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos, y sus chiquitos.

Números 20:10-13

Y juntaron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: Oíd ahora, rebeldes; ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?

Números 21:5

Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste venir de Egipto para que muramos en este desierto? Que no hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.

Deuteronomio 32:22

Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta el infierno más profundo; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.

Salmos 78:21

Por tanto oyó el SEÑOR, y se enojó; se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;

Salmos 78:59

Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.

Salmos 106:25

antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del SEÑOR.

Salmos 106:32-33

También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos;

Salmos 139:21

¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

Isaías 5:25

Por esta causa se encendió el furor del SEÑOR contra su pueblo; y extendiendo contra él su mano, lo hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.

Jeremías 17:4

Y habrá remisión en ti de tu heredad, la cual yo te di, y te haré servir a tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, para siempre arderá.

Marcos 3:5

Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de sus corazones, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió; y su mano fue restituida sana como la otra.

Marcos 10:14

Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el Reino de Dios.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)