Números 16:15

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

Génesis 4:4-5

Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;

2 Corintios 7:2

Admitidnos; a nadie hemos dañado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos defraudado.

Éxodo 32:19

Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.

Números 12:3

Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

Números 16:6-7

Haced esto: tomad incensarios, Coré y todo su séquito:

1 Samuel 12:3-4

Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho por el cual haya cerrado mis ojos: y yo os restituiré.

Isaías 1:10-15

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

Mateo 5:22

Mas yo os digo que cualquiera que sin razón se enojare contra su hermano, estará en peligro del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, estará en peligro del concilio; y cualquiera que le dijere: Fatuo, estará expuesto al infierno de fuego.

Marcos 3:5

Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra.

Hechos 20:33-34

No he codiciado plata, u oro, o vestidura de nadie.

1 Corintios 9:15

Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.

2 Corintios 1:12

Porque ésta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.

2 Corintios 12:14-17

He aquí estoy preparado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco lo vuestro, sino a vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.

Efesios 4:26

Airaos, pero no pequéis: No se ponga el sol sobre vuestro enojo;

1 Tesalonicenses 2:10

Vosotros sois testigos, y también Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)