Números 21:9

Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, si éste miraba a la serpiente de bronce, vivía.

2 Reyes 18:4

Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y destruyó las imágenes de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y le llamó por nombre Nehustán.

Juan 3:14-15

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado;

Zacarías 12:10

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, el espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre Él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre Él como quien se aflige sobre primogénito.

Isaías 45:22

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.

Juan 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Juan 6:40

Y ésta es la voluntad del que me envió: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en Él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

Juan 12:32

Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.

Romanos 1:17

Porque en él la justicia de Dios es revelada de fe en fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos 5:20-21

Y la ley entró para que el pecado abundase; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;

Romanos 8:3

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

2 Corintios 5:21

Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.

Hebreos 12:2

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

1 Juan 3:8

El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)