Oseas 13:3

Por tanto serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.

Salmos 68:2

Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

Oseas 6:4

¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como la nube de la mañana, y como el rocío que de madrugada viene.

Salmos 1:4

No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.

Isaías 17:13

Los pueblos harán estrépito a manera de ruido de muchas aguas; mas Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino.

Daniel 2:35

Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y los levantó el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra.

Salmos 83:12-17

que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios.

Isaías 41:15-16

He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados tornarás en tamo.

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Reina Valera Gómez (© 2010)