5 El que recoge en el verano es hijo entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
9 El que camina en integridad, anda confiado; mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado.
13 En los labios del prudente se halla sabiduría; y es vara a las espaldas del falto de entendimiento.
26 Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían.
32 Los labios del justo conocerán la voluntad de Dios; mas la boca de los impíos habla perversidades.