Proverbios 14:26
En el temor del SEÑOR hay confianza segura, y a los hijos dará refugio.
Proverbios 18:10
El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo.
Proverbios 19:23
El temor del SEÑOR {conduce} a la vida, para dormir satisfecho sin ser tocado por el mal.
Jeremías 32:39-40
y les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos.
Salmos 34:7-11
El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que le temen, y los rescata.
Salmos 112:6-8
Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo.
Salmos 115:13-14
El bendecirá a los que temen al SEÑOR, tanto a pequeños como a grandes.
Proverbios 3:7-8
No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal.
Proverbios 3:25-26
No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga,
Isaías 33:6
El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.
Malaquías 3:16-18
Entonces los que temían al SEÑOR se hablaron unos a otros, y el SEÑOR prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de El un libro memorial para los que temen al SEÑOR y para los que estiman su nombre.
Malaquías 4:2
Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo.
Génesis 31:42
Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham, y temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. {Pero} Dios ha visto mi aflicción y la labor de mis manos, y anoche hizo justicia.
Salmos 112:1
¿Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, que mucho se deleita en sus mandamientos.
Jeremías 15:11
El SEÑOR dijo: Ciertamente te libraré para bien; ciertamente haré que el enemigo te haga súplica en tiempo de calamidad y en tiempo de angustia.
Hechos 9:31
Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
Eclesiastés 7:18
Bueno es que retengas esto sin soltar aquello de tu mano; porque el que teme a Dios se sale con todo ello.
Isaías 26:20-21
Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas; escóndete por corto tiempo hasta que pase la indignación.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido