2 Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, pero el SEÑOR sondea los espíritus.
4 Todas las cosas hechas por el SEÑOR tienen su propio fin, aun el impío, para el día del mal.
5 Abominación al SEÑOR es todo el que es altivo de corazón; ciertamente no quedará sin castigo.
6 Con misericordia y verdad se expía la culpa, y con el temor del SEÑOR {el hombre} se aparta del mal.
7 Cuando los caminos del hombre son agradables al SEÑOR, aun a sus enemigos hace que estén en paz con él.
12 Es abominación para los reyes cometer iniquidad, porque el trono se afianza en la justicia.
16 Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata.
20 El que pone atención a la palabra hallará el bien, y el que confía en el SEÑOR es bienaventurado.
22 El entendimiento es fuente de vida para el que lo posee, mas la instrucción de los necios es necedad.
30 El que guiña los ojos {lo hace} para tramar perversidades; el que aprieta los labios ya hizo el mal.
32 Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.