Proverbios 19:10

No conviene al loco el deleite; ¡cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

Proverbios 26:1

Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así conviene al loco la honra.

Proverbios 30:21-22

Por tres cosas se alborota la tierra, y la cuarta no puede sufrir:

1 Samuel 25:36

Y Abigail se vino a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba ya alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.

2 Samuel 3:24-25

Entonces Joab vino al rey, y le dijo: ¿Qué has hecho? He aquí habíase venido Abner a ti; ¿por qué pues lo dejaste que se fuese?

2 Samuel 3:39

Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son; el SEÑOR dé el pago al que mal hace, conforme a su malicia.

Ester 3:15

Y salieron los correos de prisa por mandato del rey, y la ley fue dada en Susa capital del reino. Y el rey y Amán estaban sentados a beber, y la ciudad de Susa estaba alborotada.

Proverbios 17:7

No conviene al loco la altilocuencia; ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!

Eclesiastés 10:5-7

Hay otro mal que debajo del sol he visto; como salido de delante del gobernador por yerro:

Isaías 3:5

Y el pueblo hará violencia los unos a los otros, cada cual contra su vecino; el niño se levantará contra el viejo, y el villano contra el noble.

Isaías 5:11-12

¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!

Isaías 22:12-14

Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas; a raparse el cabello y a vestir cilicio.

Oseas 7:3-5

Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras.

Oseas 9:1

No te alegres, oh Israel, gozando como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera por todas las eras de trigo.

Amós 6:3-6

Los que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad;

Lucas 16:19

Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.

Lucas 16:23

Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno.

Santiago 4:9

Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)