Altivez de ojos, y orgullo de corazón, que es la lámpara de los impíos, es pecado.

Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente,

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No está Dios en todos sus pensamientos.

El temor del SEÑOR es aborrecer el mal; la soberbia, la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.

El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR; mas la oración de los rectos es su gozo.

El sacrificio de los impíos es abominación; ¡cuánto más ofreciéndolo con maldad!

Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados.

La altivez de los ojos del hombre será abatida; y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.

Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.

Asimismo dice el SEÑOR: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y los ojos descompuestos; y cuando andan, van como danzando, y haciendo son con los pies;

Os digo que éste descendió a su casa más justificado que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.

Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado; porque no comió por fe; y todo lo que no sale de fe, es pecado.

Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

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