No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los impíos;

«Salmo de David» No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos;

No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo:

Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados.

«El piadoso será prosperado, el impío perecerá» Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

No me he sentado con hombres falsos, ni entraré con los hipócritas.

Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos.

Apartaos de mí, malignos; pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios, será quebrantado.

Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,

y no participéis con las obras infructuosas de las tinieblas, sino antes reprobadlas.

Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, malagradecidos, sin santidad,

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;

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Reina Valera Gómez (© 2010)

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