Proverbios 3:21

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;

Proverbios 4:21

No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.

Deuteronomio 4:9

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Deuteronomio 6:6-9

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón:

Deuteronomio 32:46-47

y les dijo: Poned vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley.

Josué 1:8

Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Proverbios 2:7

Él reserva la sana sabiduría para los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.

Proverbios 3:1-3

Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;

Juan 8:31

Entonces dijo Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Juan 15:6-7

Si alguno no permanece en mí, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Hebreos 2:1-3

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

1 Juan 2:24

Lo que habéis oído desde el principio, permanezca, pues, en vosotros. Si lo que oísteis desde el principio permaneciere en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

1 Juan 2:27

Pero la unción que vosotros habéis recibido de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe; sino que como la unción misma os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, y así como os ha enseñado, vosotros permaneceréis en Él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)