Proverbios 4:1
Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.
Proverbios 1:8
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la ley de tu madre;
Salmos 34:11
Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré.
1 Tesalonicenses 2:11-12
así como sabéis de qué manera exhortábamos y confortábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,
Proverbios 2:1-5
Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,
Proverbios 5:1
Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído;
Proverbios 6:20-23
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre:
Proverbios 7:4
Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; y a la inteligencia llama parienta;
Proverbios 8:32-36
Ahora pues, hijos, oídme; y bienaventurados los que guardaren mis caminos.
Proverbios 19:20
Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.
Proverbios 22:17
Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi sabiduría:
Hebreos 2:1
Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido