Romanos 12:20

Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.

Proverbios 25:21-22

Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua;

Mateo 5:44

Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen;

Lucas 6:27

Mas a vosotros los que oís, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;

Éxodo 23:4-5

Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.

1 Samuel 24:16-19

Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.

1 Samuel 26:21

Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho locamente, y he errado mucho y en gran manera.

2 Reyes 6:22

Y él le respondió: No los hieras; ¿herirías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y se vuelvan a su señor.

Salmos 120:4

Agudas saetas de valiente, con brasas de enebro.

Salmos 140:10

Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan.

Cantares 8:6-7

Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duro como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

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