¿Entonces invalidamos la ley por la fe? ¡En ninguna manera! Antes bien, confirmamos la ley.

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón.

Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley.

Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla.

¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente, he aquí que en vano se cortó la pluma, por demás fueron los escribas.

Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y la escribiré en sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Pero Jesús respondió, y le dijo: Deja ahora; porque nos es preciso cumplir así toda justicia. Entonces le dejó.

Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

y no honra a su padre o a su madre, será libre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.

¡En ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando seas juzgado.

Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.

¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡En ninguna manera! Al contrario, yo no hubiera conocido el pecado a no ser por la ley: Porque no conociera la codicia si la ley no dijera: No codiciarás.

Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios;

Gracias doy a Dios por Jesucristo nuestro Señor: Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; mas con la carne a la ley del pecado.

Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

No debáis a nadie nada, sino amaos unos a otros, porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.

a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley a Dios, mas bajo la ley a Cristo), para ganar a los que están sin ley.

Porque yo por la ley soy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios.

No desecho la gracia de Dios, porque si por la ley fuese la justicia, entonces Cristo murió en vano.

Y esto digo: El pacto antes confirmado por Dios en Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no le anula, para invalidar la promesa.

Mas si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que había dicho:

Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;

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Reina Valera Gómez (© 2010)

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