Romanos 8:11

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Jesús el Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos 8:9

Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él.

Juan 5:21

Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.

Hechos 2:24

al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella.

2 Corintios 4:11

Porque nosotros que vivimos, siempre somos entregados a muerte por Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal.

2 Corintios 4:14

estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, a nosotros también nos levantará por Jesús, y nos pondrá con vosotros.

Isaías 26:19

Tus muertos vivirán, y junto con mi cuerpo resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! Porque tu rocío, es cual cubierta de luz; y la tierra echará los muertos.

Ezequiel 37:14

Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y yo os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo, el SEÑOR, hablé, y lo hice, dijo el SEÑOR.

Juan 5:28-29

No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;

Juan 7:38-39

El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre.

Juan 14:17

Al Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque permanece con vosotros, y será en vosotros.

Hechos 2:32-33

A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

Romanos 4:24-25

sino también por nosotros, a quienes será así contado, esto es, a los que creen en el que levantó de los muertos a Jesús, el Señor nuestro,

Romanos 6:4-5

Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como el Cristo resucitó de los muertos a gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.

Romanos 6:12

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que lo obedezcáis en sus concupiscencias;

1 Corintios 6:14

y Dios que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.

1 Corintios 15:16

Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.

1 Corintios 15:20-22

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (es hecho).

1 Corintios 15:51-57

He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente resucitaremos, mas no todos seremos transformados.

2 Corintios 5:4

Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos cargados; porque no querremos ser desnudados; antes sobrevestidos, consumiendo la vida a lo que es mortal.

Efesios 1:19-20

y cuál sea aquella supereminente grandeza de su potencia en nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza,

Efesios 2:5

aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con el Cristo; por cuya gracia sois salvos;

Filipenses 3:21

el cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar a sí todas las cosas.

1 Tesalonicenses 4:14-17

Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús.

Hebreos 13:20

Y el Dios de paz que sacó de los muertos al Gran Pastor de las ovejas por la sangre del Testamento eterno, al Señor nuestro Jesús,

1 Pedro 1:21

que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.

1 Pedro 3:18

Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

Apocalipsis 1:18

y el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo para siempre jamás, Amén. Y tengo las llaves del infierno y de la muerte.

Apocalipsis 11:11

Y después de tres días y medio, el Espíritu de vida, enviado de Dios entró en ellos, y se alzaron sobre sus pies, y vino gran temor sobre los que los vieron.

Apocalipsis 20:11-13

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)