Romanos 8:16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
2 Corintios 1:22
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
2 Corintios 5:5
Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del Espíritu.
Efesios 1:13
En el cual también confiasteis vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en quien también, desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
2 Corintios 1:12
Porque ésta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.
Efesios 4:30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
1 Juan 3:19-22
Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de Él.
1 Juan 4:13
En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
1 Juan 5:10
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso; porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado de su Hijo.
Romanos 8:23
y no sólo ella, sino que también nosotros que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, esto es, la redención de nuestro cuerpo.
Romanos 8:26
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido