Salmos 102:14

Porque tus siervos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.

Nehemías 4:2

Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Les han de permitir? ¿Han de sacrificar? ¿Han de acabar en tiempo? ¿Han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?

Esdras 1:5

Entonces se levantaron los cabezas de las familias de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas; de todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la Casa del SEÑOR, la cual está en Jerusalén.

Esdras 3:1-3

Y llegado el mes séptimo, y ya los hijos de Israel en las ciudades, se juntó el pueblo como un varón en Jerusalén.

Esdras 7:27

Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la Casa del SEÑOR que está en Jerusalén.

Nehemías 1:3

Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego.

Nehemías 2:3

Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?

Nehemías 2:17

Y les dije: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas del fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no seamos más en oprobio.

Nehemías 4:6

Mas edificamos el muro, y toda la muralla fue junta hasta su mitad; y el pueblo tuvo ánimo para obrar.

Nehemías 4:10

Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han enflaquecido, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.

Salmos 79:1

Salmo de Asaf. Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; contaminaron el templo de tu santidad; pusieron a Jerusalén en montones.

Salmos 79:7-10

Porque han consumido a Jacob, y su morada han asolado.

Salmos 137:5-6

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada.

Daniel 9:16

Oh Señor, según todas tus justicias, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y todo tu pueblo es dado en vergüenza a todos nuestros alrededores.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)