que se abaje para ver en el cielo, y en la tierra;

El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.

Porque el alto SEÑOR mira al humilde; y al altivo no lo conoce.

Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.

He aquí que en sus siervos no confía, y en sus ángeles halló locura.

He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,

Y encima de él estaban serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.

Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todas estas cosas fueron, dijo el SEÑOR; a aquél pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)

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