Salmos 119:131

Abrí mi boca y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.

Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.

Quebrantada está mi alma anhelando tus ordenanzas en todo tiempo.

Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a lluvia de primavera.

Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré.

He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia.

Me regocijo en tu palabra, como quien halla un gran botín.

Anhelo tu salvación, SEÑOR, y tu ley es mi deleite.

Ciertamente, {siguiendo} la senda de tus juicios, oh SEÑOR, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.

Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido