Parallel Verses
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
La Biblia de las Américas
También tus testimonios son mi deleite; {ellos son} mis consejeros.
Reina Valera 1909
Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.
La Nueva Biblia de los Hispanos
También Tus testimonios son mi deleite; {Ellos son} mis consejeros.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
Spanish: Reina Valera Gómez
Pues tus testimonios son mi delicia, y mis consejeros.
New American Standard Bible
Your testimonies also are my delight; They are my counselors.
Referencias Cruzadas
Salmos 119:16
En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.
Deuteronomio 17:18-20
Y será, que cuando se asentare sobre el trono de su reino, se hará escribir copia de esta segunda ley en un libro en presencia de los sacerdotes levitas;
Josué 1:8
El libro de esta ley nunca se apartará de tu boca; antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo lo entenderás.
Job 27:10
¿Por ventura se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará a Dios en todo tiempo?
Salmos 19:11
Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.
Salmos 119:77
Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite.
Salmos 119:92
Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción.
Salmos 119:97-100
MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Salmos 119:104-105
De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
Salmos 119:143
Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.
Salmos 119:162
Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos.
Proverbios 6:20-23
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre;
Isaías 8:20
¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
Jeremías 6:10
¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.
Colosenses 3:16
La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.
2 Timoteo 3:15-17
y que sabes las Sagradas Escrituras desde la niñez, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.