Salmos 119:50

Ésta es mi consuelo en mi aflicción; pues tu palabra me ha vivificado.

Romanos 15:4

Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Salmos 27:13

Hubiera yo desmayado, si no creyese que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.

Salmos 28:7

Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.

Salmos 42:8

De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción será conmigo, y mi oración al Dios de mi vida.

Salmos 42:11

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.

Jeremías 15:16

Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.

Salmos 94:19

En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.

Salmos 119:25

DALET. Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra.

Ezequiel 37:10

Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo.

Juan 6:63

El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Romanos 5:3-5

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

Hebreos 6:17-19

Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, lo confirmó con juramento;

Hebreos 12:11-12

A la verdad ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por él son ejercitados.

Santiago 1:18

Él, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

1 Pedro 1:3

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;

1 Pedro 2:2

desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)