Salmos 119:53

Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.

Esdras 9:3

Lo cual oyendo yo, rasgué mi vestidura y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté atónito.

Salmos 119:158

Veía a los prevaricadores, y me disgustaba; porque no guardaban tus palabras.

Esdras 9:14

¿Hemos de volver a infringir tus mandamientos, y a emparentar con los pueblos de estas abominaciones? ¿No te ensañarías contra nosotros hasta consumirnos, sin que quedara remanente ni quien escape?

Esdras 10:6

Se levantó luego Esdras de delante de la casa de Dios, y fue a la cámara de Johanán hijo de Eliasib; y llegado allí, no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció a causa de la prevaricación de los de la cautividad.

Nehemías 13:25

Y reñí con ellos y los maldije, y herí algunos de ellos y les arranqué los cabellos, y les hice jurar por Dios, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos.

Salmos 89:30

Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios;

Salmos 119:136

Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

Jeremías 13:17

Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová es llevado cautivo.

Daniel 4:19

Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, estuvo atónito por una hora, y sus pensamientos lo espantaban: El rey habló, y dijo: Beltsasar, no te espante el sueño ni su interpretación. Respondió Beltsasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para los que te aborrecen, y su interpretación para tus enemigos.

Habacuc 3:16

Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Lucas 19:41-42

Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,

Romanos 9:1-3

Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo.

2 Corintios 12:21

No sea que cuando volviere, mi Dios me humille entre vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación, y la lascivia que han cometido

Filipenses 3:18

Porque muchos andan, de los cuales os he dicho muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)