Salmos 122:9

Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios, procuraré tu bien.

Nehemías 2:10

Y oyéndolo Sanbalat horonita, y Tobías, el siervo amonita, les desagradó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel.

1 Crónicas 29:3

A más de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que he dado para la casa de mi Dios, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario;

Nehemías 13:14

Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en el servicio en ella.

Ester 10:3

Porque Mardoqueo el judío fue segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, procurando el bien de su pueblo, y hablando paz para toda su simiente.

Salmos 26:8

Jehová, la habitación de tu casa he amado, y el lugar donde tu gloria habita.

Salmos 69:9

Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.

Salmos 84:1-2

«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo para los hijos de Coré» ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

Salmos 84:10

Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

Salmos 102:13-14

Te levantarás y tendrás misericordia de Sión; porque es tiempo de tener misericordia de ella, pues el plazo ha llegado.

Salmos 137:5-6

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra olvide su destreza,

Juan 2:17

Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consumió.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)