Salmos 129:3

Sobre mis espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos.

Isaías 51:23

Y lo pondré en la mano de tus angustiadores que dijeron a tu alma: Póstrate para que pasemos. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como calle a los que pasaban.

Salmos 141:7

Como quien hiende y rompe la tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)