Salmos 15:1
Salmos 61:4
Que more yo en Tu tienda para siempre; {Y} me abrigue bajo el refugio de Tus alas. (Selah)
Salmos 2:6
``Pero Yo mismo he consagrado a Mi Rey Sobre Sion, Mi santo monte."
Salmos 1:1-4
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores,
Salmos 3:4
Con mi voz clamé al SEÑOR, Y El me respondió desde Su santo monte. (Selah)
Salmos 21:3-5
Porque le sales al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino colocas en su cabeza.
Salmos 23:6
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Salmos 24:3-5
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo?
Salmos 27:4-6
Una cosa he pedido al SEÑOR, {y} ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo.
Salmos 43:3-4
Envía Tu luz y Tu verdad; que ellas me guíen, Que me lleven a Tu santo monte Y a Tus moradas.
Salmos 84:4
¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Continuamente Te alaban. (Selah)
Salmos 87:1-3
Salmos 92:13
Plantados en la casa del SEÑOR, Florecerán en los atrios de nuestro Dios.
Juan 3:3-5
Jesús le contestó:
Juan 14:3
Juan 17:24
Hebreos 12:22
Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles,
Apocalipsis 7:14-17
Y le respondí: ``Señor mío, usted lo sabe." Y él me dijo: ``Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Apocalipsis 14:1
Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente.
Apocalipsis 21:3-4
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: ``El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
Apocalipsis 21:23-24
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero {es} su lumbrera.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido