Salmos 16:1

Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

Salmos 17:8

Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas.

Salmos 56:1

Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.

Salmos 7:1

SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

Salmos 9:10

Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.

Salmos 17:5

Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

Salmos 22:8

Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él, puesto que en él se complacía.

Salmos 25:20

Sin Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.

Salmos 31:23

Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.

Salmos 37:28

Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.

Salmos 60:1

Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.

Salmos 84:12

SEÑOR de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti.

Salmos 97:10

Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.

Salmos 116:6

El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó.

Salmos 125:1

Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Salmos 146:5

Dichoso aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en el SEÑOR su Dios;

Proverbios 2:8

guardando las veredas del juicio, y el camino de sus misericordiosos.

Isaías 26:3-4

Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Jeremías 17:7-8

Bendito el varón que se fía en el SEÑOR, y cuya confianza es el SEÑOR.

2 Corintios 1:9

Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que levanta a los muertos;

2 Timoteo 1:12

Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quién he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright