El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.

Tú , el que da salud a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada.

El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

SEÑOR, serán quebrantados sus adversarios; y sobre ellos tronará desde los cielos. El SEÑOR juzgará los términos de la tierra, y dará fortaleza a su Rey, y ensalzará el cuerno de su Mesías.

Y dijo el SEÑOR a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén; porque de sus hijos me he provisto de rey.

Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, despertaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino.

y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque tú, SEÑOR, la has bendecido, y será bendita para siempre.

Y yo envestí mi rey sobre Sion, el monte de mi santidad.

de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.

Hice alianza con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo :

Hallé a David mi siervo; lo ungí con el aceite de mi santidad.

Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.

Porque niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado es asentado sobre su hombro. Y se llamará El Admirable, El Consejero, El Dios, El Fuerte, El Padre Eterno, El Príncipe de Paz.

Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.

y nos alzó el cuerno de salud en la Casa de David su siervo,

Porque David no subió a los cielos; pero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

de su Hijo, (el cual le nació de la simiente de David según la carne;

Porque sin arrepentimiento son los dones y el llamado de Dios.

A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Cristo.

Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;

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Sagradas Escrituras (1569)

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