Salmos 18:9

Inclinó los cielos, y descendió; y densa oscuridad había debajo de sus pies.

Deuteronomio 5:22-23

Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz: y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.

Deuteronomio 33:26

No hay como el Dios de Jesurún, que cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad.

2 Samuel 22:10

Inclinó también los cielos, y descendió; y había oscuridad debajo de sus pies.

Salmos 68:4

Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre: Exaltad al que cabalga sobre los cielos; Jehová es su nombre, y alegraos delante de Él.

Salmos 144:5-15

Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende: Toca los montes, y humeen.

Isaías 51:6

Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.

Joel 3:16

Jehová rugirá desde Sión, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; mas Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.

Mateo 24:29

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Marcos 15:33

Y cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

Juan 13:7

Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; pero lo entenderás después.

Hebreos 12:26

La voz del cual conmovió entonces la tierra; pero ahora ha prometido, diciendo: Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

2 Pedro 3:10

Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

Apocalipsis 20:11

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)