Salmos 25:1

«Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

Salmos 86:4

Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

Salmos 143:8

Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por el que debo andar, porque a ti elevo mi alma.

Salmos 24:4

El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.

Lamentaciones 3:41

Levantemos nuestros corazones con las manos a Dios en los cielos.

1 Samuel 1:15

Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)