Salmos 3:2

Muchos dicen de mí: Para él no hay salvación en Dios. (Selah)

diciendo: Dios lo ha desamparado; perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien {lo} libre.

Todos los que me ven, de mí se burlan; hacen muecas con los labios, menean la cabeza, {diciendo:}

Así decía Simei mientras maldecía: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!

Con mi voz clamé al SEÑOR, y El me respondió desde su santo monte. (Selah)

La salvación es del SEÑOR. ¿{Sea} sobre tu pueblo tu bendición! (Selah)

Hijos de hombres, ¿hasta cuándo {cambiaréis mi} honra en deshonra? ¿{Hasta cuándo} amaréis la vanidad y buscaréis la mentira? (Selah)

Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad. (Selah)

Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche, mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios?

Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, mientras me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios?

Dios viene de Temán, y el Santo, del monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, y de su alabanza está llena la tierra.

Tu arco fue desnudado por completo, las varas de castigo fueron juradas. (Selah) Con ríos hendiste la tierra;

Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar a tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, descubriéndo{lo} de arriba abajo. (Selah)

A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido