Salmos 3:2

Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah)

Salmos 71:11

Diciendo: Dios lo ha dejado: Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

Salmos 22:7

Todos los que me ven, se burlan de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

2 Samuel 16:7-8

Y decía Simeí, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, varón sanguinario, hombre de Belial!

Salmos 3:4

Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)

Salmos 3:8

De Jehová es la salvación: Sobre tu pueblo es tu bendición. (Selah)

Salmos 4:2

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah)

Salmos 4:4

Temblad, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. (Selah)

Salmos 42:3

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Salmos 42:10

como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

Habacuc 3:3

Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza.

Habacuc 3:9

Se descubrió enteramente tu arco, los juramentos a las tribus, palabra segura (Selah). Hendiste la tierra con ríos.

Habacuc 3:13

Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello (Selah).

Mateo 27:42-43

A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)