Zain El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los defiende.

El Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hicieran mal; porque delante de él se halló justicia en mí; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho corrupción.

Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.

Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea. Entonces el SEÑOR abrió los ojos del joven, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

¿No son todos espíritus servidores, enviados en servicio por amor de los que son los herederos de la salud?

Y Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.

Y aconteció que la misma noche salió el ángel del SEÑOR, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos.

Y seré defensa y amparo firme a mi Casa, del que va y del que viene; y no pasará más sobre ellos angustiador; porque ahora miré con mis ojos.

Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.

Y aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.

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