Nun Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan.

Sean las costumbres vuestras sin avaricia, contentos de lo presente (porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.)

Pues el SEÑOR no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque el SEÑOR ha querido haceros pueblo suyo.

Mem Su alma reposará en el bien, y su simiente heredará la tierra.

Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.

Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos.

Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y entre tu simiente después de ti por sus generaciones, por alianza perpetua, para serte a ti por Dios, y a tu simiente después de ti.

Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como yo fui con Moisés, seré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Desasosegado viene a comer siempre, porque sabe que le está aparejado día de tinieblas.

Y respondió Eliú hijo de Baraquel, buzita, y dijo: Yo soy menor de días y vosotros viejos; por tanto he tenido miedo, y he temido de declararos mi opinión.

Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se saciaren, murmuren.

No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares; hasta que denuncie tu brazo a la posteridad; tus valentías a todos los que han de venir.

Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad;

Guímel Su simiente será valiente en la tierra; Dálet la generación de los rectos será bendita.

El bueno dejará herencia a los hijos de los hijos; y el haber del pecador, para el justo está guardado.

Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres.

A los hambrientos colmó de bienes; y a los ricos envió vacíos.

Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a un Mnasón, cipriano, discípulo antiguo, con el cual posáremos.

padecemos persecución, mas no somos desamparados en ella; somos abatidos, mas no perecemos;

y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;

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