Salmos 39:3
Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y hablé con mi lengua:
Jeremías 20:9
Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre. Pero, fue en mi corazón como un fuego ardiente y metido en mis huesos; trabajé por sufrirlo, y no pude.
Lucas 24:32
Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Ezequiel 3:14
Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido