Salmos 40:2
Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Salmos 27:5
Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca.
Salmos 37:23
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.
Salmos 69:2
Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
Salmos 17:5
Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.
Salmos 18:16-17
Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas.
Salmos 18:36
Ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que mis pies no resbalasen.
Salmos 61:2
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare: Llévame a la peña más alta que yo.
Salmos 69:14-15
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
Salmos 71:20
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
Salmos 86:13
Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.
Salmos 116:3
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del infierno; angustia y dolor había yo hallado.
Salmos 119:133
Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Salmos 142:6-7
Escucha mi clamor, porque estoy muy abatido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Salmos 143:3
Porque el enemigo ha perseguido mi alma; ha postrado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
Isaías 24:22
Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados, y serán visitados después de muchos días.
Jeremías 38:6-12
Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo echaron en la mazmorra de Malquías hijo de Amelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.
Lamentaciones 3:53-55
Ataron mi vida en mazmorra, pusieron piedra sobre mí.
Jonás 2:5-6
Las aguas me rodearon hasta el alma, me rodeó el abismo; Las algas se enredaron a mi cabeza.
Zacarías 9:11
Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado a tus presos de la cisterna en la que no hay agua.
Mateo 7:24-25
Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Mateo 13:50
y los lanzarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Hechos 2:24
a quien Dios resucitó, habiendo soltado los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser retenido por ella.
Hechos 2:27-31
Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido